Estamos llenos de nuestra propias opiniones, ideas y creencias… una situación que nos suele impidir escuchar, aprender y estar realmente abiertos a la vida y a las demás personas.
Existen, por ejemplo, todo tipo de marcos ocultos que nos condicionan y hacen que no nos abrimos realmente a lo que nos llega: la educación familiar, nuestra formación en la escuela y la universidad, nuestra cultura, nuestra clase social, nuestros círculo de amigos, la religión a la que pertenecemos… Sin darnos cuenta – inconscientemente – priorizamos todo en nuestra vida según estos marcos ocultos.
Una percepción limitada de la realidad
Parecemos así a un caballo que lleva orejeras, que tiene un perjuicio o percepción limitada de la realidad.
Una de las cualidades que se entrenan en los programas de mindfulness y reducción de estrés (MBSR) es la mente del principiante y el no juzgar… la apertura de nuestra percepción a nuevas experiencias, ideas nunca escuchadas, posibilidades diferentes.
A continuación un cuento Zen que está relacionada con esta temática.
Cuento Zen – metáfora taza de té
Nan-in, un maestro Japonés de la era Meiji (1868-1912), recibió la visita de un profesor de universidad que querría informarse sobre el Zen.
Nan-in le sirvió té. Lleno la taza de su visita hasta el borde, y siguió virtiendo mas té. El profesor observó como el té llenaba la taza y se derramaba sobre la mesa hasta que no puedo aguantarse mas:
– ¡Esta rebosando! ¡No cabe nada más!
– Al igual que esta taza, – dijo Nan-in – usted esta lleno de sus propias opiniones e ideas.
– ¿Como le voy a enseñar Zen si no vacia primero su taza?
Flickr: “Jerjer” de David Goehring
Artículos relacionados:
Más cuentos Mindfulness
¡La escena de ese relato entre un discípulo y su maestro, se replica en el Himalaya, en la pelicula «2012»: https://www.youtube.com/watch?v=SVu2aFRuTFI