EL JUEGO DEL AHORA, neurociencia y el aprendizaje a través del juego. Cartas de yoga y pausa, juegos de atención, regulación emocional, preguntas de autoconocimiento. PARA NIÑOS DE 9 A 99 AÑOS

Ismael Pantaleón lleva más de una década formando y asesorando a entidades sociales, culturales y educativas en creatividad, sectores con grandes retos y a menudo con pocos recursos donde se tiene que hacer más con menos.

Actualmente acompaña a empresas en sus procesos de innovación.

“Seguimos preparando a nuestros niños y niñas para ser profesionales del pasado”

¿Qué es la creatividad?

Hay muchas definiciones de creatividad, muchas formas de abordarla algunas se centran en una mirada holística. Mis amigos/as de neuronilla.com la describen en uno de sus artículos como “un fenómeno multidimensional en el que se interrelacionan pensamientos, sentimientos y emociones, acciones, percepciones, cuerpos, relaciones interpersonales, culturas, contextos…”.

Otras definiciones son más concretas y se centran en la capacidad humana para generar ideas que aúnen a un tiempo novedad y valor.

Éstas dos visiones son complementarias pues para que se de la segunda es necesario cuidar todos los aspectos que se señalan en la primera visión.

¿Para qué sirve?

Para desenvolvernos en la vida, para buscar la felicidad, para crecer, para relacionarnos, la llevamos usando desde que existimos como especie. Está ahí a diario en cada acto humano que requiere no dar una respuesta que no responda a una fórmula preestablecida.

¿Qué hace falta para ser creativo?

Para ser una persona creativa, algunas personas no necesitan nada porque de forma natural ya lo son; en realidad todos y todas somos creativos/as por definición lo que ocurre que muchas veces nuestras capacidades permanecen dormidas bajo el peso de ideas preconcebidas, miedos, inseguridades o falta de motivación o de definición sobre lo que nos apasiona.

¿Qué entornos la favorecen?

La libertad abona el campo para la creatividad. La autonomía para construir, para generar ideas, son fundamentales, pero ojo que también puede ser una trampa, porque a veces el exceso de posibilidades también embriaga e impide avanzar.

En este sentido los límites también son un estímulo potente, pues ante la adversidad, ante las dificultades somos capaces de adaptarnos al reto de construir dentro de unos límites. En cualquier caso un entorno donde el error esté permitido, donde se pueda conjugar el poder del pensamiento con el de las emociones y el movimiento van a favorecer el fluir creativo.

¿Y cuáles la matan?

Los entornos revestidos de miedos, de censura, de reglas estrechas que impiden salirse de lo establecido. Ambientes que no facilitan la confianza merman la capacidad para crear, ambientes con exceso de control y con predisposición a la censura impiden levantar el vuelo a las personas creativas.

Tradicionalmente asociamos la creatividad a las artes, ¿qué ha pasado para que ahora queramos aplicarla en todos los ámbitos?

En parte la necesidad, la certeza de que la sociedad como venía funcionando hasta ahora ya no funciona y necesitamos otras salidas.

Pero esta apuesta por la creatividad tampoco es nueva, quizás ahora se están haciendo eco de su importancia entornos como la educación pero es a partir de mediados del siglo XX cuando la creatividad experimenta un gran crecimiento como disciplina de estudio. En los años 70 en Estados Unidos la creatividad está ya muy presente en el entorno empresarial, pero es en el último cuarto del pasado siglo cuando ha llegado con fuerza a Europa y se ha hecho más patente su importancia y su estrecha relación con la innovación.

También han sido significativos en este desarrollo los avances de la neurociencia que nos ha ayudado a entender cómo funciona nuestro cerebro y a entender hasta cierto punto el funcionamiento de la creatividad alejándola de los mitos que la situaban en manos de la herencia y de las musas.

El vídeo de Ken Robinson “La escuela mata la creatividad” es uno de los más visitados de youtube y ha suscitado una reflexión global sobre el papel de la escuela en la formación de ciudadanos flexibles, con capacidades transversales, relacionales y adaptativas, colaborativos, que comparten y co-generan… ¿Qué ha dicho –o hecho- Robinson de manera distinta para que haya calado ahora este mensaje que muchos vienen comunicando antes?

Youtube. ¡Qué herramienta! y que importante la manera en la que comunicas.

Este ejemplo nos sirve para evidenciar hasta que punto internet puede contribuir a la transformación de la sociedad y a la transmisión del conocimiento. Robinson hace hincapié en aspectos que muchos expertos y expertas vienen señalando, el modelo educativo está caduco, responde a un modelo industrial que está lejos de la realidad que vivimos. Todos y todas nos damos cuenta de ello y percibimos la necesidad de cambiar pero mover una institución como la escuela en cualquier sociedad es un proceso arduo y a veces desesperante.

La esperanza está, bajo mi punto de vista, en las personas, el cambio no viene de las entidades y ni de los gobiernos, viene de las personas, son personas las que inician el cambio, las que provocan que suceda, las que dan ejemplo e inspiran al resto de la sociedad.

La escuela libre y la educación en casa toman cada día más fuerza como modelos que fomentan la educación emocional y la creatividad, al ritmo de cada uno. ¿Tienen mucho que ver la gestión de las emociones y el conocimiento de uno mismo con la creatividad?

Es esencial ese conocimiento, la capacidad para saber que te mueve, que te emociona, la capacidad para superar la adversidad, para tolerar el miedo, la incertidumbre y el fracaso. Necesitamos personas capaces de ser flexibles, de adaptarse y de adaptar lo que aprende a contextos diferentes.

Seguimos preparando a nuestros niños y niñas para ser profesionales del pasado, les enseñamos a memorizar respuestas para situaciones pasadas que sabemos que ya no volverán a repetirse.

¿Cómo reconocemos y valoramos la creatividad de nuestros hijos en el día a día?

Si como padres y madres, somos capaces de ver a nuestros hijos e hijas como lo que son, niños y niñas viviendo su presente no como proyectos de adultos, nos quitaremos un gran lastre y tendremos más margen para verles tal cual son con sus intereses, sus capacidades en presente y su necesidad de explorar y conocerse.

Una alumna me comentaba una vez: “Ismael, mi hija tiene cuatro años y le encanta pintar. ¿Qué puedo hacer para fomentar su creatividad?” Solo se me ocurrió responderle: “Qué no le falte papel”.

Los niños y niñas ya son personas sin límites, no temen al error, genera espacios para que se expresen sin limitaciones, sin coacciones y su creatividad aflorará sola.

Muchas madres y padres hemos perdido nuestra conexión creativa por falta de entrenamiento, ¿alguna propuesta para potenciar la creatividad en familia?

Tiempo libre de calidad compartido en familia y jugar y jugar.

He intentado de todo para conseguir que mi hijo recoja su cuarto… ¿podría descubrir una fórmula de éxito aplicando la creatividad?

Las personas somos muy diferentes; hay niños y niñas que necesitan el orden para sentirse bien, otros necesitan el desorden.

Si te sirve, mis chicos son adolescentes, y los adolescentes tienen otras cosas en que preocuparse que de ordenar el cuarto, a veces uso mi autoridad tranquila para que ordenen, otras soborno, otras impongo, otras ponemos de manifiesto la necesidad de la implicación en las tareas familiares y la responsabilidad de trabajar para todos.

Cuando he aplicado la creatividad he sido capaz de verlo desde otro punto de vista: a los míos no les molesta el desorden, les gusta sentir el espacio como suyo y a su manera, a quien le molesta es a mí, así que lo que mejor me funciona es cerrar su puerta y no ver la habitación.

Mi consejo más allá de esto es que seas ejemplo, somos espejos donde se miran, aunque el reflejo tarde unos años en llegar. Dentro de unos años serán ellos y ellas los que estén pidiendo a sus hijos/as que ordenen el cuarto, de ti depende como lo harán.

Ismael Pantaleón dirige www.ideasinfinitas.es
Colabora con www.neuronilla.com

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