Vengo llegando de uno de esos viajes que intentas anular por falta de tiempo y que no lo consigues porque todo se pone en tu contra. “Por algo será” te dices mientras que esperas al impuntual taxista.

Sierra Gorda de Querétaro (México)

Y así visitas la Sierra Gorda de Querétaro ( México) que ha conseguido recientemente el tan preciado título de Reserva de la Biosfera y que por desgracia está sufriendo una tala tardía y controlada de pinos atacados por una plaga de barrenadores, resultado de un calentamiento global al que prestamos lenta y escasa atención.

Y es en esta Sierra donde encuentras ecosistemas tan dispares como aquellos que albergan familias vegetales como las de las biznagas, los peyotes, las magnolias, las orquídeas, las pseudosugas o los liquidambars, entre otros.

Pequeños proyectos de participación ciudadana

Y mucho más valor obtiene el título de Reserva de la Biosfera cuando conoces que ha sido conseguido por la unión de pequeños proyectos de participación ciudadana a favor de la conservación de la naturaleza y que engloba un todo coherente que convive en armonía y respeto con su entorno y cuyo generoso objetivo es conservarla para todos nosotros.

Y es observando los proyectos que te das cuenta, una vez más, que la casa no se empieza por el tejado.

Y si hace unas semanas te maravillabas mientras escuchabas la platica de Allan Savory “How to green the desert and reverse climate change” para TED es en este viaje donde te maravillas visitando un proyecto integral de ganadería ecológica basada en la regeneración del suelo de manos de la familia Pedraza Ruiz que sostiene la máxima de que en el suelo está la solución y que por su regeneración debemos de comenzar el manejo holístico de nuestro ecosistema de forma a restaurarlo.

Y es entonces, que entiendes que a tus vacas solo les puede poner el nombre de tus seres más queridos porque solo para ellos tiene sentido crear un hogar que les garantice una vida próspera y placentera.

Encontrarás más artículos de Soledad en su archivo de autor

Escrito por Soledad Martínez Muñoz, paisajista que vive en México, su website

Fotografía: Soledad Martínez Muñoz

Anúnciate en Sloyu