Vivimos en un mundo que nos invita constantamente a correr y muchos de nosotros terminamos buscando nuestra felicidad a toda prisa, corriendo sin saber adonde ir.
Buscamos la felicidad fuera de nosotros teniéndola tan tan cerca en nuestro interior. Solamente hay que bajar el ritmo y abrirse a la vida. Entonces descubriremos que la felicidad ya está aquí (siempre ha estado aquí) en las cosas pequeñas que ocurren en nuestro día a día.
Juan Ramón Jiménez, poeta español y ganador del Premio Nobel de Literatura en 1956, nos invita reflexionar sobre esto.
No corras. Ve despacio
¡No corras. Ve despacio,
que donde tienes que ir
es a ti solo!
¡Ve despacio, no corras,
que el niño de tu yo, recién nacido
eterno,
no te puede seguir!
Si vas deprisa,
el tiempo volará ante ti, como una
mariposilla esquiva.
Si vas despacio,
el tiempo irá detras de ti,
como un buey manso.
Juan Ramón Jiménez, Eternidades 1918 poema (XXXVI)
Artículos relacionados:
No corras tanto, canción y animación de César Díaz Meléndez
Felicidad, réflexión y poema sobre la felicidad
Más poemas Mindfulness
Hola, suelo hacer mindfulness especialmente para prepararme para el día. En esta cuarentena las he realizado con mi pareja y se han vuelto parte del día a día.
:-)